Es algo que hay que explicar. Con ésto no trato de imponer un método, cada maestrillo tiene su librillo. Hablo desde mi experiencia, porque no se trata sólo de hacer “dibujitos” de cacharros como alguna vez he escuchado, o de preciosas piedras rosa sobre un fondo de autocad (que es el color magenta el cúal, es el que mejor se ve en pantalla) como en otra ocasión me refirieron unos obreros.
Sino que se trata de una disciplina, de una serie de herramientas que se han hecho necesarias y están motivadas por el trabajo de una excavación y que no se entenderían sin su existencia, sin un trabajo previo, puesto que el dibujo arqueológico sirve para interpretar, explicar y divulgar el trabajo de una excavación arqueológica, y su legado patrimonial e histórico en sí.
Debo incidir en que sin el trabajo de un arqueólogo, no tendría razón de ser, el dibujo arqueológico es parte del proceso de una excavación, desde el inicio hasta el fin, y la posterior publicación de los resultados. Tiene una finalidad interpretativa, como forma de conocer los procesos históricos de un yacimiento. Puesto que muchas veces es destruido, el dibujo es fundamental para volver a él posteriormente para ser estudiado y comprendido.
También nos permite seriar, clasificar y establecer patrones para estudiar materiales, ya que en el caso de cerámica y otros útiles nos permite desarrollar detalles internos que no es posible con una fotografía.
Comprende muchas técnicas en si, y otras subdisciplinas que permiten hacer mas completo su realización. No es una carrera universitaria, no es académica, por lo menos en este país pero sí es un compendio de técnicas, parte artística y parte mas científica, que se van incorporando a los estudios ampliando conocimientos y experiencia.
Normalmente el dibujante especializado, procede de la arqueología misma, otras veces de la profesión de Delineación,Topografía, o de Bellas artes. Y su formación como tal, se consuma con la experiencia en campo o en laboratorio.
Cuanto más dibujas más comprendes lo que dibujas- Cuanto más comprendes lo que dibujas, mejor será el resultado interpretativo del mismo.
Requisitos imprescindibles para un dibujante-delineante arqueológico :
- Cierta destreza artística
- Conocimiento de que se dibuja y el porqué
- Nociones topográficas y espaciales
- Visión interpretativa
- Manejo de software especializado
Estos son sólo algunos, puesto que esta disciplina te exige el adquirir nuevos conocimientos para estar al día en la forma de representar los objetos de estudio según las normas que cualquier comunidad autónoma te exija para publicar los resultados.
En un principio el dibujo arqueológico se realiza de forma manual, dibujo clásico, para registrar los hallazgos en un yacimiento. Aquí es muy importante el Croquis, para esquematizar y tener una visión general y de conjunto de una excavación. Y nos ayuda a organizar y priorizar nuestro trabajo.
¿Por donde empiezo?
Sobre esto hay un articulo de Nuria Calo Ramos, titulado ¿Por donde empiezo? Formas de enfrentarse al dibujo arqueológico en caso de no contar con la ultima tecnología. Su autora nos propone ciertas pautas para registrar tanto una excavación como sus materiales y otras fases del registro como tomar cotas, ubicar y georreferenciar una excavación.
Normalmente el dibujante una vez que ha acordado con el arqueólogo los elementos susceptibles de dibujar, se plantea como hacerlo, como enfrentarse a ello, sólo o con ayuda.
Un planteamiento previo es fundamental, no es lo mismo dibujar un alzado de un muro, que una planta o un perfil, cada uno precisara de una planificación diferente.
Y el tiempo es muy importante, todos sabemos que en una excavación siempre hay prisa, siempre hay tanto que hacer, nunca es suficiente.
Por eso, mi táctica durante años, ha sido tras la elaboración de croquis, es la individualización de los elementos, priorizando los que van a desmontarse, peligran o son pertinentes de registrar en ese momento.
De tal manera que cuando ya los he identificado comienzo a plantearme el sistema que voy a utilizar. Normalmente este sistema es colocar puntos para ubicar topográficamente los elementos, si dispongo de equipo para ello, o antiguamente la triangulacion con cintas métricas y plomada (afortunadamente hoy hemos avanzado en ello y lo mas rápido y preciso es la topografía con estación total o con Gps). Si el dibujo va a realizarse sobre papel milimetrado siempre tener en cuenta varios puntos como referencias para encajar ese elemento en el plano general.
Actualmente se utilizan mucho las fotografías para dibujar, fotos ortorectificadas con un software que nos permite corregir distorsiones y aberraciones. Este sistema nos agiliza mucho el trabajo, puesto que evitamos el paso de dibujar en campo y escanear el dibujo.
Directamente sobre foto rectificada se puede calcar los elementos y nos permite tener la imagen de la estructura tal y como era, por si el trabajo se hace con posterioridad, ya que siempre será mas fácil recordar una foto que un dibujo.
Todo dibujo que se realiza en campo, debe llevar, a mi entender, su leyenda, su nomenclatura, sus anotaciones, indicaciones que nos harán mas fácil identificarlo a posteriori y relacionarlo con todo lo demás.
Se dibuja lo que se ve, lo que existe. Salvo que queramos o podamos restituir algún elemento, que se encuentre oculto o poco visible (siempre es mejor posteriormente en gabinete).
Es fácil que nos lleve la musa artística y queramos embellecer nuestro dibujo, pero debe predominar la realidad y la precisión, eso no quita que podamos dar un poco de libertad a nuestro estilo.
Hay veces que podemos economizar el dibujo, sobre todo cuando estamos documentando por fases y se repiten los mismos elementos.
Y por supuesto, tomar medidas continuamente, a mi me funciona, yo soy la reina del flexómetro! (o metro)
Nuestra vista nos engaña, y la perspectiva nos hace desviarnos, por eso el metro en mano, es fundamental. Aquí es donde nos faltan manos, una para el lápiz, otra para sujetar la tabla, el metro en el bolsillo, plomada, colores, cintas métricas, pinzas que acaban colgadas de tu ropa, etc. En este caso, montar un sistema con las cintas métricas e ir trasladando a papel en su escala correspondiente.
Aunque el hecho es que el dibujo siempre va quedando para el final en el trabajo de una excavación, siempre es mejor preveer, ir al día a día si es posible, antes que darnos un atracón final, puesto que cuando ocurre, siempre se olvidan datos y luego nos llevamos las manos a la cabeza.
Lo suyo es poder compaginar el dibujo de campo y de gabinete, pues así podremos ir revisando constantemente y tendremos nuestro registro mas completo,
La paciencia es nuestra aliada, paso a paso, piedra a piedra se construye la historia.